Hoy os voy a contar una manera muy muy pero que muy chula de celebrar la entrada en la década de los 40. Os cuento...
En noviembre, fue el cumpleaños de mi marido, y claro, entrar en la versión 4.0, merecía una forma especial de celebrarlo. Y yo que soy un poco moñas para éstas cosas de preparar, pues me puse manos a la obra (gracias desde el principio a mi amiga María, la cual hizo pagos a través de su tarjeta para no dejar huellas ni pistas, para poder mantener el secreto...)
Todo empezó un 21 de noviembre, cuando regalamos a mi marido, una cajita, con unas tarjetas que iban dando pistas de lo que iba a ser su regalo... pero tenía que esperar...
Así que el día 25 de noviembre (sábado) a las 7:00h de la mañana, comenzaba la aventura. Con suerte, dos días antes mi marido tuvo guardia, y eso me permitió tener tiempo para preparar las ropas y la maleta, sin que él se enterara. Mi hijo Hugo, era igual de testigo que yo, de esa escapada, y he de decir, que con 8 años, es un gustazo que sepa mantener los secretos tannnnn bien (por lo menos hasta ahora... emoticono de cruzo los dedos... jajajaja)
Así que Hugo y yo nos dirigimos a la cama y levantamos a mi marido, sin él saber nada de nada... le había preparado la ropa y todo de lo que tenía que ponerse. Cogimos maletas, coche y ... voilà!!! hacia Madrid que nos dirigíamos.
La primera parada fue en las Rozas, donde estaba el Túnel del Viento, el lugar donde íbamos a realizar una súper experiencia. El regalo en verdad, fue para los 3, pues sabíamos que a David le iba a hacer tanto o más ilusión, que nosotros compartiéramos el vuelo con él. El Túnel del Viento, son instalaciones donde unas turbinas de alta potencia general aire vertical de manera continua, lo que nos permitía flotar en el aire, en un espacio seguro y supervisado por instructores. De hecho, antes de realizar el vuelo, el instructor te da unos consejos en una sala, y lo tienes contigo en todo momento. Si os he de ser sincera, fue una pasada, una verdadera pasada. Sentimiento de libertad, de relajación, de tranquilidad... bueno, todo lo contrario a lo que yo pensaba antes de meterme en el túnel...
Después de terminar ésta maravilla, que seguro repetimos, puesto que nos quedamos con ganas de más, nos fuimos al Hotel NH Collection Building Madrid. Y la verdad que espectacular también!!! Por cierto, en las instalaciones de abajo está el restaurante DiverXO, de David Muñoz, 3 estrellas Michelín (no comimos, la verdad, no entraba en mi presupuesto...)
Recorrimos Madrid, puesto que esa tarde, hacían el encendido de las luces navideñas, y claro, también estuvo muy bonito... Al final había elegido para cenar un sitio en Gran Vía, que también cenamos muy bien, además de ser muy chulo, se llama Ôven, y es un italiano.
Bueno, fue un fin de semana muy agradable, salvo que tuvimos que volvernos antes, de manera rápida, porque habían ingresado a mi mami, y teníamos unos kilómetros de vuelta...
En fin... una experiencia para repetir!!! A los de Zaragoza, que sepáis, que van a hacer un Túnel del Viento en Puerto Venecia éste 2018 (o por lo menos eso me han dicho...).
Besicos por doquier y os seguiré contando la segunda parte de la celebración, con amigos... otra cosica diferente a lo habitual, pero eso en otro post....
