37) COMO AFECTA EL QUEJARNOS POR TODO A NUESTRA SALUD, VAYA RETO!!!

Hoy yendo a trabajar, iba escuchando Cadena Dial, y hablaba Marian Frías, la cual tiene un blog que yo desconocía (blog.enfemenino.com el blog de Marian Frías) y hablaba de que la gente nos quejamos por todo, a todas horas, que ya se convierte la queja en una costumbre. Y las quejas por todo, hacen que al final las personas nos aborrezcan o las aborrezcamos.
Te cuento pues lo que ella narra en su blog, y además incluyo parte del artículo al que hace referencia. Léelo que está muy interesante:

Empieza la primavera y el mes de Abril. Así que como la vida es sabia, ha llegado a mis manos un artículo del País; se llama “Así te cambia la vida si te pasas un mes entero sin quejarte”. El artículo, relata la iniciativa de un par de amigos, a los que se les unieron más de mil personas y propone dejar de quejarse por las cosas cotidianas. El artículo se resume así:

“Queja viene del latín, de quassare, que significa golpear violentamente, quebrantar, y expresa un dolor, una pena, el resentimiento... Es decir un sentimiento negativo. Con esto en mente, un par de amigos, decidieron establecer en febrero el proyecto Complaint Restraint February.

Pieter y yo llevamos siendo amigos desde hace 10 años y hemos trabajado juntos en muchos proyectos y en invierno de 2010, tuvimos la idea de dejar de quejarnos por un mes. Todo empezó cuando uno de los dos se estaba dando la tabarra y el otro le dijo que se callase durante un mes. "Como después nos sentimos más felices, decidimos repetir al año siguiente". En 2014, preguntaron a algunos amigos si querían unirse y, tras ver que también sentían los efectos, en 2015 lo abrieron al público con una web para apuntarse al experimento. Esperaban tener 50 solicitudes. Al final fueron 1.750.

Tras aclarar que quejarse no es malo de por sí, Thierri explica que su idea es dejar de hacerlo por las pequeñas cosas que en realidad no importan. "La lluvia, el bebé que llora en el restaurante, el jefe que te hace estar una hora más en la oficina, el autobús que perdiste para ir al trabajo". Acontecimientos que "vistos con perspectiva no importan y en las que enfocarse es una pérdida de tiempo y energía". "Si tenemos comida, casa, familia, amigos...¿no deberíamos ser felices?".

Los beneficios de esta actitud tienen dos caras. Por un lado, aumenta "la sensación de felicidad" y disminuye la de “estar quemado". Por otro, adquirimos "conocimientos sobre la forma en que nos comunicamos y cómo se comunica la gente de nuestro alrededor". Durante ese mes, asegura que se da cuenta que ciertos conocidos son muy negativos y le hacen más infeliz. "Puede sonar duro, pero creo que no es razonable pasar tiempo con una persona con la que nos sentimos peor después de quedar".

En sí mismo las cosas no son buenas o malas depende que uso hagamos de ellas, es decir la queja no es mala como tal, y es más tiene ventajas en tanto en cuanto nos lleva al cambio y a la mejora. También la queja a veces la usamos como un mecanismo para equilibrar la tensión que nos generan las cosas que no nos gusta. Sin duda hay situaciones en las que hemos de quejarnos, defendernos y reclamar nuestros derechos.

Sin embargo cuando:

                       1) la queja se da en cosas y situaciones cotidianas
                       2) cuando se hace de manera constante
                       3) y con gran intensidad emocional...     la queja se convierte en un hábito nada saludable.

Estas tres características hacen que nuestro cerebro sufra cambios importantes, librera hormonas como la adrenalina, noradrenalina y cortisol que afectan a nuestros pensamientos y nuestras conductas, generando a largo plazo desajustes en nuestra salud. Afecta a la imagen que tenemos del mundo, de nosotros mismos y de nuestras relaciones.

Antes de empezar te sugiero que durante unos días estés pendiente de observar todas la veces en las que te quejas en un día, quejas a solas y con otras personas, va a sorprenderte. Tu mente va empezar a ser consciente de algo que hace de manera automática, es un paso importante para el cambio. También puede llamar tu atención el número de veces que se quejan las personas con las que estás de manera habitual. Mi recomendación es solo que lo observes, no pretendas cambiar a nadie. El cambio empieza por ti, y el efecto se contagiará.

¿Nos apuntamos al reto?

Termino con una frase magnifica del gran Gandhi: “Sé tú el cambio que quieres ver en el mundo”.